La Fecha
Era la luz a medias,
y dijo la mentira:
¡HÁGANSE LAS TINIEBLAS!:
Y se consolidaron los abismos.
La frustración,
pariendo sus preñeces,
parió con rabia sus afanes torcidos.
¡Comenzaba la danza de las ejecuciones;
el festín del saqueo y el delirio!.
Un júbilo macabro embriagó a los posesos
que marcharon, sudando sus cerebros,
al corrompido altar de las ofrendas.
Allí los esperaba el gran caníbal:
¡El despiadado César!
Y ebrios de esclavitud y de doctrina,
con una vergonzosa reverencia,
rendidos, le cedieron al cadalso
la juventud, los sueños y la vida.
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