German Felipe Vega Miembro del Instituto AMAGI Estudiante de 5to Año de Economía, UCR |
El estudio de Monge y Muñoz (2011)[1]
para el departamento de investigación económica del BCCR demuestra que el
traspaso de variaciones de la TPM en las tasas de interés de la economía es
mayor para las tasas activas (aquellas asociadas a los préstamos) que para las
tasas pasivas (aquellas asociadas a depósitos).
Por una parte, las tasas activas en
moneda nacional se volverían relativamente más atractivas a aquellas en moneda
extranjera, por lo cual efectivamente se generarían incentivos para
“desdolarizar” los préstamos en la economía al hacer las colocaciones en
colones relativamente más baratas. Por otra parte, las conclusiones del estudio nos indican que las
tasas pasivas en moneda nacional se van a hacer relativamente menos atractivas,
incentivando el ahorro en moneda extranjera. En su conjunto, la variación de la
tasa de política monetaria tiene un efecto severo sobre los balances de
situación del sector financiero: se dan incentivos importantes para la
acumulación de préstamos en moneda nacional (aumentado por las medidas
crediticias del Programa Macroeconómico 2013-2014 (PM)) mientras que se
incentiva de manera simultánea la acumulación de deuda en moneda extranjera,
estos últimos incentivos siendo mayores que los primeros.
Los topes de cartera buscaban
prevenir que no generadores (aquellos que tienen préstamos en moneda extranjera
pero ingresos en colones) se endeudaran en dólares, por lo cual no pudiese
hacer frente a sus pagos antes variaciones bruscas del tipo de cambio,
afectando los ingresos del sector financiero. Sin embargo, la reducción de la
TPM generaría un aumento en la exposición al riesgo cambiario de las entidades
financieras: el porcentaje de ingresos financieros provenientes de activos en
moneda nacional estarían aumentando mientras que el porcentaje de gastos
financieros provenientes de pasivos en moneda extranjera estarían aumentando. En
términos sencillos esto equivale a decir que el sector financiero ganaría más en
colones pero tendría más gastos en dólares: si hoy mis ingresos son 10,000
colones, y pago 10 dólares, al tipo de cambio actual, mis ingresos en dólares
son 20 y estaría ganando 10, pero si el tipo de cambio sube a 1,000, mis
ingresos en dólares serían de 10 y no gano nada.
Adicionalmente, las cifras no son
alentadoras. Mientras los depósitos totales han aumentado en $1,431 millones en
el primer cuatrimestre, la cartera de crédito ha aumentado en $576 millones,
causando un descalce de $855 millones.
Estos “excesos de liquidez”, aún corregidos por encaje y peaje, están en
exceso de los $750 millones. El PM indicó que “este exceso monetario por el momento ha sido parcialmente contenido
con instrumentos de muy corto plazo; sin embargo, fácilmente podrían
canalizarse a crédito, lo que introduciría presiones de demanda…” Sin embargo, la apuesta del BCCR al reducir la
TPM de “estimular” la economía vía
tasas de interés artificialmente bajas es causar que estos “excedentes” se traduzcan en transacciones: reducir el ahorro para
aumentar el consumo y la exportación y por lo tanto la demanda. Pero, según el
mismo PM esto es exactamente lo mismo que los excesos de liquidez hubiesen
logrado sin los topes de cartera. Además, el estímulo del BCCR podría
reflejarse en salidas de capitales golondrina que devalúen la moneda llevando a
la reducción en la rentabilidad ya mencionada.
Ante ello cabe cuestionarse que, si
la nueva medida monetaria viene a hacer exactamente lo mismo que las
colocaciones, ¿para qué entonces continuar con las medidas crediticias? La
nueva medida del BCCR genera incentivos para aumentar los riesgos cambiarios a
lo interno del balance del sector financiero mientras busca remendar el freno
repentino a la actividad económica tras la política crediticia, política que
buscó reducir el riesgo cambiario. La medida es en efecto contradictoria.
[1]Monge, C., y Muñoz, E. (2011). El traspaso
de cambios en la tasa de interés de política monetaria hacia los intereses del
sistema financiero costarricense. BCCR.
No hay comentarios:
Publicar un comentario