4 de septiembre de 2012

Un Keynote Decepcionante

Jatzel Roman
Colaborador del Instituto AMAGI
(República Dominicana)

Hace 8 años cuando los demócratas nominaban al Senador John Kerry de Massachussets, el discurso principal de la Convención le toco al entonces Senador Estatal de Illinois y electo candidato a la Senaduría Federal en Noviembre de ese año. Posición que tenía ganada sin mucho esfuerzo ya que el Partido Republicano no contaba con un candidato creíble y al final tuvieron que importar a Alan Keyes de Maryland que perdió 70 a 27%.

El martes 27 de julio 2004 en el TD Garden de Boston, el Senador Afro-Americano de 42 anos tomo el podio en medio de una coyuntura política muy polarizada. El país estaba dividido entre quienes detestaban a Bush y los que consideraban que los demócratas eran anti-patriotas. Barack Obama, dio un discurso de unidad en el que busco en vez de agitar a unos americanos contra otros, resaltar puntos en común. “No hay una America liberal y otra conservadora, hay un Estados Unidos de América”

Mas adelante dijo de forma memorable “Adoramos a un maravilloso Dios en los Estados azules y no nos gusta que los agentes federales se metan en nuestras bibliotecas en los Estados rojos. Entrenamos equipos de baseball en Estados azules y si, tenemos amigos gays en los Estados rojos. Hay patriotas que apoyaron la guerra en Irak y hay patriotas que se opusieron a la guerra en Irak. Somos un pueblo que le jura lealtad a la bandera de los Estados Unidos.”

No entraré en juicios de valor en cuanto a si su gobierno ha seguido este mensaje. Pero es indudable que aquella presentación lo elevó a un estatus en que incluso muchos republicanos le aplaudían. Y claro que lo hacían, en medio de tanta polarización, incluso con diferencias filosóficas marcadas, era admirable ver que un político se concentrara en unir. Este fue su primer paso hacia la Presidencia 4 años después.

En el primer día de la Convención Nacional Demócrata 2012, el discurso principal o keynote, le toco al alcalde de San Antonio, Julián Castro. Este tiene puntos en común con el Obama de 2004 entre los que se destaca: político local, de una minoría racial y con un profundo tono de voz que lo hace un orador llamativo. Pero el discurso fue muy diferente al que catapultó al hoy Presidente de los Estados Unidos.

Comenzando por resaltar su historia familiar, algo que es muy común en la política americana, muchos inicialmente lo compararon con Marco Rubio la estrella en ascenso del GOP que 5 días cautivó en la Convención de Tampa. Pero la segunda parte del discurso, cuando decide enfocarse en el candidato republicano Mitt Romney, es donde tira por la borda su oportunidad de brillar de una forma similar a la que el líder del Partido Demócrata lo hiciera antes que el.

Primero, hubiese sido bueno que alguien le recordara que su Presidente lleva 4 años en el gobierno y que Romney no es el ‘incumbente’. Ataque tras ataque, pareciera que se trataba de un opositor y no un oficialista. Sin embargo, ese no fue el punto más decepcionante del discurso ya que desde luego, se espera que haya contradicciones con el rival en una convención. Lo mismo hizo Chris Christie una semana atrás.

Lo penoso fue ver como recurrió al odio de clases. “Mitt Romney sabe lo bien que le ha ido” como si el éxito personal fuera algo que resta. Argumento que el plan Romney-Ryan que busca cortar el déficit, es un desmantelamiento de la clase media por parte de los “ricos” que controlan al partido republicano. Sus torpedos contra una clase social siguieron al acusar a la supply side economics que redujo los impuestos de hacer sufrir a las clases necesitadas. Mientras que Obama era daltónico en 2004, Castro ve muy claras a la América roja y a la América azul.

Pero lo más triste y en especial como latinoamericano, fueron sus jabs contra la externalización u outsourcing. Esa retórica tendría quizás sentido viniendo de un ‘red neck’, pero de una persona de origen mexicano, esto nos deja por un lado rascándonos las cabezas y por otro, tristes. Julián Castro quiso reivindicar a los inmigrantes latinos y hablo de protegerlos. Y es que nuestros compatriotas regionales sufren muchas penurias en busca de una mejor vida. Ya sea los dominicanos que se van en “yolas” hacia Puerto Rico, los mexicanos que desafían el desierto rumbo a EE.UU o aquellos que gastan miles de dólares buscando una “Visa para un sueño”.

Estos van a Estados Unidos en busca de empleos. Estoy seguro todos quisiéramos ver que estos empleos llegasen a nuestros países y que así, el drama que viven estas personas desaparecieran y tantas familias dejaran de verse separadas. La inversión extranjera es una forma de ello. Quienes se oponen a dicha inversión, quieren ver a nuestra región condenada al sub-desarrollo.

Estos empleos que las industrias extranjeras crean en nuestros países no pagan muy bien comparado con lo que pagan en EE.UU pero son mini-fortunas comparado con lo que ganan la mayoría de obreros en las alternativas.

Castro seguirá siendo una figura importante dentro del partido del burro, pero da mucha pena ver el camino que él considera correcto.  El populismo tiene diferentes vertientes y su discurso, mostró la vertiente americana. Diferente a la que nosotros vivimos, pero no deja de ser una lástima. 

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