Ernesto Aquino |
Te hiciste de una frente, por la espalda:
Frente de garra: Adúltera y Sombría:
¡Matriarca del cohecho!
Por la espalda
te engulliste al pájaro de fuego
en plena temporada de huracanes:
¡Siempre te molestaron los laureles ajenos!
Y a hurtadillas,
como un confabulado sin bandera,
nos sembraste gendarmes y cuarteles;
y cambiastes el alma de tu tierra,
por muñecos de nieve.
Y aprendimos el secreto de la espalda
casi sin darnos cuenta:
Para usarla de pedestal, los unos;
y los otros, para ocultar las alas.
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