Por: Francisco Pérez Redondo
Colaborador del Instituto AMAGI
Emoción: El ciudadano aunque sea en poca
medida, celebra la “fiesta electoral” con las cifras que se encuentra en los
principales medios de comunicación cada mañana. Bocinas de los autos,
calcomanías, banderas, entrevistas, opinión. Miles de “spots” publicitarios nos
invaden, tantos que con las promesas dadas, seríamos la primera potencia
mundial.
El proceso: Miles de costarricenses acuden a
las urnas, emiten su voto, se van para su casa y listo. Muchos lo aprovechan
para “pegarse la fiestita” o irse de paseo.
Ignorancia: simplemente la mayoría de los
ciudadanos no razonan su voto y acuden a las urnas por cumplir con “el derecho
del ciudadano”, lo hacen por tradición, o en el peor de los casos, forman parte de las
estadísticas finales de abstencionismo.
Decepción: muy común en estos últimos
gobiernos, unos meses después entre lamentos y arrepentimiento, observamos en
las noticias; que esas mismas personas que escogimos o no; mediante el voto,
sustraen nuestro esfuerzo mediante la corrupción, la ineficiencia y la construcción de una máquina burocrática que
degrada nuestros ingresos.
Bien lo dijo Frederic Bastiat:
Por esta situación es que el sistema
electoral se ha convertido en la mejor opción de vivir a expensas del esfuerzo de
los demás, y un porcentaje muy alto, para satisfacer deseos de grandeza y
voracidad por el poder y el dinero ajeno.
Una experiencia de 25 años viviendo en este
país, ver interminables campañas, relatos de mis familiares y amigos, noticias,
sucesos, actividades, etc. Me dan la autoridad para hablar de una forma muy
clara sobre este asunto. ¿Votamos por lo
que queremos y creemos en lo que votamos? Siempre será mi pregunta. ¿Plasmamos nuestros
intereses en una lista y hacemos una comparación de lo que nos ofrece ese gran “mercado
electoral”, así como cuando adquirimos un bien o nos brindan un servicio? o
simplemente pasamos a segundo plano esta situación, guiándonos por esa “ayuda”
que nos brindan nuestros conocidos o “spots” publicitarios de los mismos
candidatos, para emitir lo que muchos llaman “El derecho a elegir a nuestros
gobernantes”
Se escucha casi de forma poética frases como:
“vamos hacia adelante”, “construyamos una Costa Rica diferente”, pero como dice
el dicho popular “del dicho al hecho hay
mucho trecho”, tenemos los mejores ejemplos
nacionales e internacionales de que esto se repite una y otra vez: el 5 de
diciembre de 1998 un Hugo Chávez que platica con un periodista y le asegura en tres ocasiones que
dejará el poder a los 5 años y que no nacionalizará ninguna empresa (fue
escogido de forma democrática), una presidenta que en un debate político le
aseguró a los costarricenses cara a cara que no eran necesarias “cargas impositivas
como los impuestos” para manejar su gobierno (elegida democráticamente), ex
presidentes acusados de corrupción y hasta descontando penas (escogidos
democráticamente), ministros y diputados acusados de corrupción, de profesar y
convencer de cosas que ni ellos cumplen (escogidos democráticamente). Juzgue
usted y vea la realidad de esas promesas, ¿se cumplieron?, ¿fueron tan honestos
los escogidos) las respuestas la sabemos
todos.
Como seres humanos somos susceptibles a
dejarnos llevar por momentos emotivos, entiéndase estos como ira, pasión, deseo y muchas más; estas conductas,
tan humanas como el raciocinio, tienden a ser utilizadas como recias armas, por
personajes siniestros con objetivos claros, en todos los campos, aprovechando
una herramienta o medio ya establecido y muchas veces “seguro” para
conseguirlo.
La habilidad de crear falsas expectativas
sobre un futuro, es muy fácil; pues bien, así pasa en la vida real. ¿Como hace
un estafador para robarle sus bienes a una persona? Utiliza su inteligencia,
habilidad y manipulación de emociones para crear un ambiente de deseo y así
obtener sus bienes, ó ¿Cómo hace un matón para amedrentar a los que lo rodean?
Utiliza el miedo a su favor para conseguir lo que quiere, ó simplemente ¿Cómo un discurso exacerbado hace endebles a
las mentes y las mueve a actuar en contra de la lógica y la razón? Caso de los regímenes
totalitaristas y sus seguidores. Simplemente la razón no actúa cuando estas
características se juntan para actuar como acicate en el razonamiento de un voto.
Todo esto pasa frente a nuestros ojos, y así
como las oportunidades, las vemos y no las reconocemos. Se está convirtiendo en
una constante en nuestro país, que la manipulación de emociones en tiempo
electoral, aunado a una tradición política nos está dejando sin la capacidad de
razonar este activo tan importante en un mercado electoral cada día más monopolizado
por “cuatro gatos”, que han sacado su
maestría en “ciencias de la manipulación, populismo, y el tradicionalismo”.
Estamos envenenados de un conformismo pleno,
un estatus quo que camufla una estrategia de pocos grupos, por esta razón he
podido ver tantos impulsos por los cuales el ciudadano emite su voto, como formas para armar un cubo
de rubik existen.
Pero que lleva a Costa Rica a caer en esta
situación tan peligrosa; pues bien, hablemos de caudillos que exaltan pasiones
y rencores escondidos y acumulados, colores
que “que ciegan tanto los pensamientos como las acciones”, dictadores
camuflados que con su discurso gastado de distribución de la riqueza , y al
final termina en las manos del dictador, intervenciones, tradiciones familiares
por votar por ese color y no por los valores que éste representa, familias
políticas que monopolizan los cargos públicos, y por interminables situaciones.
Señoras y señores, este es el descontento de
un ciudadano cansado de las personas que no razonan su voto, de familias
políticas que tienen en el voto su fuente de ingresos y poder, de ver a la
gente que se queja y vota por ellos, ver la burocracia en crecimiento, de verla
imposición de más impuestos para “bajar” un déficit insostenible, de ver la
ineficiencia, malicia y conducta delictiva de los funcionarios públicos. Todas
estas situaciones caracterizadas por algo: provienen de un mismo partido, que
muchos costarricenses pusieron en el
poder y ahora ven las consecuencias.
¿Nos despertamos ahora? ¿o seguimos sumidos
en el subdesarrollo, el robo legal generalizado, en el mal estado de las
carreteras (si las puedo llamar así), en la inseguridad, el endeudamiento, la
burocracia, los desfalcos, las instituciones improductivas, y el alto costo de
la vida.?
Usted quiere que sus hijos o familiares sigan
este paso a la pobreza segura, le digo algo, sea diferente, piense distinto,
razone su voto y por último quiérase a usted mismo, porque el que habla de
antemano con promesas y populismo, se ríe de usted, y lo hará mucho más cuando
tenga el poder en sus manos. ¿No quiere más de esto? ¡actúe! que hay muchas
formas y ofertas para escoger. La libertad es una de ellas.
Soy Francisco Pérez, y como usted, estoy
cansado de lo mismo.
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