8 de marzo de 2012

Propiedad, un concepto clave


Por: Andres I Pozuelo Arce

No es un secreto que, en Costa Rica, practicamos el hábito de querer tapar el sol con un dedo. De allí que cuando presionamos a los políticos para promover una legislación regulatoria destinada a cambiar la cultura de la gente, de acuerdo con la visión moralista o sanitaria de los grupos de presión, cobijados bajo el manto sagrado de sus asociaciones, quienes creen poseer el monopolio de la sanidad moral o los conocimientos sociológicos necesarios juegan de ingenieros sociales. La excusa que utilizan, por lo común, es que el ciudadano promedio no solo carece del conocimiento indispensable, sino que tampoco posee un sentido de responsabilidad básico para tomar las decisiones pertinentes.

Claro que, dentro del vocabulario de estos ingenieros sociales, la palabra "irresponsable" es sinónimo de desobediencia y no de la capacidad de cada individuo de responsabilizarse por sus propios actos. Pero si definimos "responsabilidad" como la capacidad o condición de todo ser humano de poder atestiguar o asumir una deuda por las consecuencias, como actor primario de un acto especifico que causa un efecto en las vidas de otros seres; entonces, bajo esta definición, es contradictorio ecualizar responsabilidad con desobediencia, dado que una persona no puede ser responsable de sus propios actos, si a la vez está forzado a obedecer una directriz que ha sido formulada por alguien más.

Con esto en mente, si lo que realmente deseamos es una sociedad con ciudadanos responsables, entonces debemos borrar de nuestra cabeza la necesidad de que estos sean obedientes o sumisos y tenemos que concentrarnos en generar una continua conciencia de que cualquier acción tiene consecuencias y que todos estamos sujetos a ser llamados a atestiguar por nuestros actos y a asumir nuestra deuda social.

Sin querer ahondar en temas que conciernen más a psicólogos infantiles, existen muchas técnicas o rutinas de condicionamiento educativo que los padres de familia y educadores pueden utilizar para estimular un sentimiento de responsabilidad en los jóvenes, basado en el derecho natural de autoposesión y la condición de no agresión hacia otros. Pero, desde el punto de vista económico, es poco lo que podemos avanzar si la mayoría de la gente no tiene la posibilidad de acceder o no entiende un concepto que prácticamente precede al sentimiento de responsabilidad; y este es, simplemente, el concepto de "propiedad", la clave que mejor explica el problema.

"Perdonad, y seréis perdonados" y "No hagáis a otros lo que no te gustaría que te hagan a ti”, dicen los evangelios. Pero, para perdonar a alguien, este tiene que haber aceptado antes su falta y ser consciente de que es también el dueño de sus decisiones. Lo cual implica, por deducción, aceptar dos cosas: su autoposesión y el derecho a la libertad individual.

En psicología, cuando la persona asume la responsabilidad de sus actos, se dice que es dueño de hecho de sus decisiones. Entonces, en un sentido práctico, responsabilidad es la propiedad de nuestras propias decisiones. Por eso, el énfasis en una sociedad, debe de ser el de fomentar el ciclo económico: especialización, "propiedad" e intercambio libre. El mero hecho de ser propietario convierte al individuo en una persona responsable de su propiedad y defensor de un sistema legal que no solo proteja sus bienes, sino el bien de nuestros prójimos. ¿Y acaso no es esto mismo lo que buscamos?

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