8 de marzo de 2012

El marxista homicida y el marxista suicida

Por: Diego Segura Cano
Columnista del Instituto AMAGI
En el lado más oscuro de mi biblioteca guardo un libro breve, pequeñísimo, que en su momento para mí fue central. Se llama El concepto de clases sociales de Ciro Flamarion Cardoso y de Héctor Pérez Brignoli. 
Recuerdo haberle leído a Roberto Bolaño que él iba a su biblioteca no siempre para leer, sino que a veces, cuando lo necesitaba, iba a la biblioteca para sentirse acompañado, no estar en soledad. Creo que esa frase no todos la pueden comprender. Es propia de quien fuera un lector predilecto y excepcional que en una vida cortísima llegó a leer todo lo posible hasta llegar al cansancio y la enfermedad. Cuando la leí, si es que la leí y no me la imaginé, capté instantáneamente el sentimiento: yo también acostumbro a sentirme acompañado entre libros. Y dentro de ese acompañamiento El concepto de clases sociales posee un lugar melancólico. Llevé hace años un curso denominado Clases sociales y estratificación social, del cual prácticamente dos meses consistieron en leer ese libro pequeñísimo. Calculo me lo habré leído unas veinte veces, sobre todo porque mi profesor insistía en que esas 123 páginas yo no las había terminado de entender. Al final, luego de tanto releerlo, todavía hoy años después puedo leerlo e ir adelantando el argumento en mi mente, presentir cada cita de Engels o de Marx, de Bujarín, Parsons, Gramsci, de Poulantzas y de Althusser.
Nunca me lo volví a leer completo. Cuando la biblioteca me acompaña lo agarro y leo capítulos al azar, frases centrales. En síntesis Pérez Brignoli y Cardoso, ambos doctores por universidades francesas, proponen el análisis de las clases desde el estructuralismo marxista francés, cuyos exponentes indiscutibles fueron Louis Althusser y Nicos Poulantzas. En una versión simplificada –y muchos así entendieron el estructuralismo francés: simplificado- se propone a grandes rasgos la relación entre infraestructura y superestructuras como componentes de la sociedad, en donde la segunda es determinada en última instancia por la primera. A esto siguen las relaciones entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, conciencias de clase en sí y para sí, y otros temas. No me interesa recoger tales análisis que hoy me parecen tan añejos y sin sentido. Sólo deseo rescatar un par de temas para argumentar.
Puedo destacar algo indiscutible del estructuralismo marxista francés: su ausencia del individuo. Dentro de esta corriente el individuo no puede ser más que un ser despreciable e insignificante dominado por todos lados por estructuras capitalistas que condicionan todo su ser. No conozco peores planteamientos sobre el ser humano que los desarrollados por estos marxistas y quienes les siguieron: individuos destruyéndose entre sí teóricamente, minimizándose en el devenir de la historia.
Louis Althusser terminó su vida en un hospital psiquiátrico, en 1980 durante un brote psicótico entró de noche a la casa de estudios donde impartía sus clases gritando que había asesinado a su esposa. Precisamente, Elena murió estrangulada por Althusser. Nicos Poulantzas se suicidó el 3 de octubre de 1979. Se lanzó desde el piso número 22 de la Torre de Montparnasse de París, y según dicen, lo hizo abrazado a sus libros. Recientemente dicen que Poulantzas fue asesinado por la Operación Gladio, y que el suicidio es pura mentira. Y aunque a mí me gustan las historias y teorías de conspiración, me quedo con la visión más realista del asunto: Poulantzas se suicidó.
¿Qué es lo que quiere decir el aquí escribiente con estos datos? ¿Qué los marxistas de una u otra manera son homicidas o suicidas? Obvio no, simplemente busco trazar un puente de ironía entre aquellos autores que aniquilaron al individuo y sus vidas. A nivel teórico eliminaron al individuo dentro de sus análisis, lo convirtieron en un ser sino nulo, marginal. Y sus vidas terminaron en la enajenación o en la autodestrucción. Ironía pura y dura.
Al final no me queda más que reconocer que el camino que buscaron plantearme en la universidad no era el mejor. Que la vida no puede ser sustentada desde perspectivas que anulan al individuo, que no existe vida humana sino es a través del individuo. Que como individuos hemos de asumirnos y como individuos hemos de actuar.

1 comentario:

  1. La individualidad vs la comunidad; la primera; heterogénea y plural, destinada al desperdigamiento infinito de la persona, cuyo reconocimiento de lo desigual lo funde en su más insoluta soledad e incomprensión de algún proyecto ajeno a algún beneficio personal.... y la segunda, destinada al fracaso por ser incapaz de entender la complejidad de cada mente prófuga de la estandarización del bien común... prefiero Asimov y su idea romántica de la psicohistoria... saludos k-maradas.

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