25 de enero de 2012

Estocada: Construir a partir de la realidad y no del mito

Por: Diego Segura Cano
Columnista del Instituto AMAGI

A grandes rasgos podemos considerar dos lugares desde los cuales poder construir proyectos en Costa Rica. Uno es el lugar del mito, preferidísimo por el costarricense común y los políticos mucho más comunes, y el otro lugar es el de la realidad. Sin duda el del mito es el punto de reunión más abarrotado cuando se analiza la realidad histórica costarricense. Si partimos del mito, pensamos que tenemos una educación prístina, privilegiada, y como le escuché a un rector de la Universidad de Costa Rica de los años noventa, así lo ha sido durante toda nuestra historia. Si partimos del mito pensamos que nuestra educación pública ha sido siempre excelente y nuestra población está mucho más preparada que la de los demás países de América Latina. Si partimos del mito, fuera de algunos problemas de infraestructura, a la educación costarricense no hay nada que hacerle, dejarla seguir su curso predeterminado por la excelencia y el éxito.

Partir del mito es uno de los peores errores que se pueden cometer cuando se analiza la educación en Costa Rica. El mito nos desarma, nos vuelve indolentes, nos deja simplemente felices con lo existente. En pocas palabras nos deja en la condición ciudadana más lamentable posible: la del ciudadano pasivo. Por mi parte trato en todo lo posible partir de la realidad y no del mito, aunque a veces éste último está arraigado en lo más hondo de mi persona y me cuesta detectarlo. El camino que se traza del mito a la realidad es pésimo si se compara con el camino a seguir de la realidad a la realidad. En temas educativos, considero que una de las mejores posibilidades (para partir de la realidad y no el mito) que tiene Costa Rica es someterse a los test y parámetros aprobados internacionalmente para medir y cualificar el nivel educativo de cada nación. Me ha alegrado recientemente, apenas iniciar el presente año, ver los resultados obtenidos por los estudiantes costarricenses en la prueba PISA, que es el ‘Programme for International Student Assessment’, o Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos, de la OCDE.

En el 2010, 5.200 estudiantes costarricenses de 181 colegios, con 15 años de edad realizaron la prueba PISA que se centra en los conocimientos en matemáticas, ciencias y comprensión de lectura. Para la realización de estas pruebas se realizó un pago de 90.000 euros. Otro conjunto de 73 países (o regiones) también realizan la prueba y los resultados serán publicados como unidad este 2012 (tal análisis global se presenta cada tres años, el último fue el del 2009). Tener los resultados de esta prueba nos da la posibilidad de poder evaluar mejor la labor de la administración pública en temas educativos, saber si los estudiantes costarricenses reciben una educación que los prepare para la vida o no, pues PISA en sí no evalúa la resolución de problemas abstractos sin componente práctico alguno, sino, más bien busca analizar las respuestas de los estudiantes ante problemas concretos, de la vida diaria, utilizando las matemáticas, las ciencias y su capacidad de comprensión de lectura.

Los resultados obtenidos por Costa Rica no me toman desprevenido, en realidad eran previsibles: nuestros estudiantes están mal en ciencias y en matemática, poseen los conocimientos básicos. A pesar de ello Costa Rica posee el segundo lugar con respecto a los países de América Latina que participan en la prueba. Somos superados por Chile. Este panorama podría ser esclarecedor y gratificante, somos los segundos de la región, pero en mi mente hacen eco las palabras de Andrés Oppenheimer, el año pasado que estuvo dando una charla en una universidad privada de éste país. Más o menos dijo lo siguiente: si se siguen comparando con Nicaragua obvio siempre van a salir bien, dejen de compararse con América Latina y compárense con los que de verdad están alto. Palabras más, palabras menos este fue el mensaje que dejó. Actualmente quienes lideran la lista de las zonas o países con mejores resultados en PISA son: Shangái de China, que obtuvo 556 puntos, Corea con 539, Finlandia con tres puntos más abajo, y Hong Kong, otros tres puntos más abajo. Costa Rica tuvo sus 443, cincuenta puntos por debajo del promedio que obtuvieron los países miembros de la OCDE.

Los datos que aporto no son nuevos ni desconocidos, aparecieron en los medios de comunicación hace unas semanas. Sólo quiero resaltar lo ya mencionado: pésimo punto de vista compararnos con la región latinoamericana, obviamente vamos a poseer mejores puntajes que otra cantidad de países. Aconsejo compararnos con los demás, los que poseen sistemas educativos excelentes y prometedores, así las expectativas y las metas a seguir son mucho más retadoras y alentadoras. Tal comparación espero que lleve a tomar medidas reales y acertadas para la educación costarricense, pues sería una lástima que para la próxima evaluación PISA sigamos en las mismas condiciones, serían muchos euros despilfarrados añadidos a todo lo que el Estado ya gasta y malgasta de forma irresponsable.

Costa Rica en la prueba PISA está en el lugar 44 de 74 países o regiones. Esto es realidad, no un mito. Me imagino que a muchos dejará un rostro complaciente y agradecido. A mí no. Espero mucho más.

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